Liderazgo: motivación intrínseca versus motivación extrínseca

El liderazgo es un tema apasionante que ha sido estudiado y discutido desde diferentes perspectivas a lo largo de la historia. Uno de los aspectos clave que se ha debatido es la motivación, y en particular, la diferencia entre la motivación intrínseca y la motivación extrínseca. En este artículo exploraremos a fondo esta distinción y analizaremos cómo impacta en el liderazgo. ¡Prepárate para descubrir los secretos detrás de la motivación en el mundo del liderazgo!


El artículo anterior presentó el concepto de desarrollo del liderazgo y los pasos que las organizaciones pueden tomar para garantizar que los líderes estén preparados mediante la identificación de líderes potenciales y luego un seguimiento rápido de ellos.

Este artículo analiza un rasgo de los líderes potenciales que contribuye en gran medida a determinar el éxito o el fracaso de los líderes. Este rasgo es la motivación, la voluntad de triunfar y el deseo de hacerlo bien, que es una parte integral del desarrollo del liderazgo.

La motivación es necesaria para que los líderes lleguen a la cima y los tipos de motivación son motivación intrínseca y extrínseca.. La motivación intrínseca es la voluntad de triunfar cambiando uno mismo desde dentro y la motivación extrínseca es el desempeño impulsado por recompensas externas.

El punto aquí es que los individuos tienen que ser motivados desde adentro y luego tienen que ser recompensados ​​con beneficios y beneficios externos para lograr los mejores resultados en las organizaciones.

Esto se desprende claramente del énfasis que los gerentes de recursos humanos y los altos ejecutivos ponen en igualar las recompensas con el desempeño impulsado primero desde adentro. Para explicarlo con más detalle, los líderes tienen que estar motivados para desempeñarse por un fuerte impulso de tener éxito desde dentro y luego las recompensas externas tienen que igualar su desempeño.

Los empleados que sólo están motivados por recompensas externas no son grandes líderes y, a la inversa, los empleados que no son recompensados ​​por su desempeño se estancan y pierden la moral.. Por lo tanto, el ajuste estratégico entre la motivación intrínseca y la motivación extrínseca debe ser el adecuado para que las organizaciones obtengan lo mejor de sus empleados. Esta es la razón por la que muchas organizaciones hacen todo lo posible para alinear los incentivos con el desempeño.

A menos que los empleados estén motivados desde dentro, los incentivos y recompensas sólo pueden ayudar hasta cierto punto y, a menos que los empleados de alto desempeño sean recompensados ​​adecuadamente, la motivación intrínseca se desvanece.

La reciente crisis económica mundial puso en primer plano el sistema de incentivos defectuoso que existía en los bancos de inversión y las empresas de Wall Street.

La cuestión aquí es que, aunque los banqueros estaban obteniendo buenos resultados, las recompensas eran demasiado altas y esto les hizo asumir riesgos innecesarios y no prestar atención a la “voz interior” que nos guía a todos en nuestra vida diaria y en nuestra carrera.

Dado que este director interno nos obliga a ser éticos y normativos, la falta de conciencia de los banqueros los llevó a asumir riesgos innecesarios en sus prácticas comerciales. Los incentivos subyacentes que eran desproporcionados con respecto a su desempeño real los hicieron ajenos al riesgo y la ética. Por lo tanto, el equilibrio entre la motivación intrínseca y extrínseca tiene que ser el adecuado para lograr un alto desempeño que también sea de naturaleza ética y normativa.

Finalmente, todos necesitamos una visión más elevada para tener éxito y esto es algo adicional que nos lleva a mayores alturas.

Como han señalado muchos teóricos, Una vez que se logra la necesidad de riqueza y estatus, aparecen las necesidades superiores de autorrealización o la necesidad de ser impulsado por la visión.. Por lo tanto, la conclusión es que la motivación intrínseca es el motor del éxito como líderes y las recompensas deben igualarla, pero no excederla más allá de cierto punto.



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Liderazgo: motivación intrínseca versus motivación extrínseca

El liderazgo es una habilidad esencial para lograr el éxito en cualquier entorno, ya sea en el mundo empresarial, educativo o social. Sin embargo, para liderar eficazmente, es crucial comprender las diferentes formas de motivación que impulsan a las personas a alcanzar sus objetivos.

¿Qué es la motivación intrínseca?

La motivación intrínseca se refiere a la motivación interna o personal que proviene de la satisfacción de realizar una tarea o actividad en sí misma. Las personas intrínsecamente motivadas encuentran placer y satisfacción en el proceso de trabajo, y se centran en la autorealización y el crecimiento personal.

Un líder que utiliza la motivación intrínseca se enfoca en crear un entorno de trabajo en el cual los miembros del equipo encuentren significado y propósito en sus tareas. Esto puede lograrse proporcionando autonomía y responsabilidad, estableciendo metas claras y desafiantes, fomentando la creatividad y el pensamiento crítico, y reconociendo los logros individuales.

¿Qué es la motivación extrínseca?

La motivación extrínseca, por otro lado, se basa en factores externos o recompensas tangibles para impulsar a las personas a lograr sus metas. Estos factores externos pueden incluir incentivos económicos, promociones laborales, reconocimientos públicos u otros tipos de recompensas materiales.

Un líder que utiliza la motivación extrínseca utiliza estos incentivos externos para motivar a su equipo a alcanzar los resultados deseados. Si bien la motivación extrínseca puede ser efectiva a corto plazo, no necesariamente involucra la satisfacción personal o el compromiso genuino de los miembros del equipo.

La combinación ideal de motivación intrínseca y extrínseca

Si bien tanto la motivación intrínseca como la extrínseca pueden ser efectivas de diferentes maneras, los líderes más exitosos comprenden la importancia de combinar ambos enfoques.

La motivación intrínseca puede estimular la creatividad y la innovación, así como fomentar la autodirección y el compromiso de los miembros del equipo. Por otro lado, la motivación extrínseca puede proporcionar incentivos tangibles y reconocimiento, lo que refuerza el rendimiento y la productividad.

Es esencial que los líderes encuentren un equilibrio adecuado entre ambas formas de motivación. Esto se puede lograr proporcionando una estructura clara, definición de metas desafiantes y significativas, y recompensas adecuadas y oportunas que reconozcan los logros individuales y el desempeño sobresaliente del equipo.

Referencias externas:

  1. Harvard Business Review
  2. Entrepreneur.com
  3. Inc.com

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