¡Bienvenidos a la “nueva larga vida”! En los últimos años, ha surgido un fenómeno sorprendente: cada vez más personas están llegando a los 100 años de edad y más. Este aumento en la longevidad plantea diversas opciones y desafíos tanto a nivel profesional como personal. En este artículo exploraremos las oportunidades laborales que surgen ante esta nueva realidad, así como los retos que enfrentamos al vivir una vida más larga. ¿Estás listo para descubrir cómo aprovechar al máximo esta “nueva larga vida”? ¡Sigue leyendo!
A primera vista, Herbert y Frank tenían carreras profesionales muy diferentes. Uno obtuvo una buena educación y luego dedicó su vida a la Iglesia. El otro dejó la escuela a los 14 años y pasó los siguientes 45 años como un experto en todos los oficios: conductor de ambulancia, lechero, mecánico, trabajador de fábrica y más.
Conocí a ambos hombres poco después de que se jubilaran y descubrí que también tenían un carácter muy diferente. Herbert era amable pero formal y distante. Frank tenía los pies en la tierra, era sencillo y muy divertido.
Pero cuando aprendí un poco más sobre ellos, me di cuenta de que, a pesar de todas sus diferencias, estos dos hombres tenían una gran cosa en común. A lo largo de sus vidas, ambos tuvieron una falta casi total de opciones.
La carrera sin elección
Herbert y Frank nacieron en una época en la que las opciones educativas estaban estrechamente vinculadas a las finanzas familiares y la mayor parte de la vida laboral seguía el mismo patrón predecible.
Ya sea que lo hayan marcado para una de las “profesiones” (como Herbert) o que lo hayan canalizado hacia roles manuales (como Frank), podría esperar pasar 30 o 40 años en el trabajo. Y luego disfrute de una breve jubilación, si tiene suerte. En Inglaterra, a principios del siglo XX, la esperanza de vida promedio era de sólo 51 años.
Herbert y Frank comenzaron dando gran parte de lo que ganaban a sus padres. Más tarde, como hombres casados, ambos tuvieron que convertirse en sostén de la familia. Sus esposas se ocupaban del cuidado de los niños y de todas las tareas del hogar. Ellos tampoco tenían otra opción al respecto.
Herbert y Frank trabajaron hasta los 60 años, después de lo cual sus breves jubilaciones se pagaron con pensiones simples y ayudas estatales. Ambos sobrevivieron la esperanza de vida promedio en ese entonces, pero murieron jóvenes según los estándares actuales, poco después de que los conocí. Eran mis abuelos.
Cuando la larga vida se une a la alta tecnología
Pensé mucho en Herbert y Frank cuando leí “La vida de 100 años” y “La nueva larga vida”, ambos de Andrew J. Scott y Lynda Gratton. El mundo descrito en estos libros es radicalmente diferente del que habitaban mis abuelos, y ofrece una gran cantidad de nuevas opciones.
Ahora que la educación superior está ampliamente disponible, las opciones profesionales están mucho menos conectadas con la posición social y los roles familiares son mucho más flexibles.
Pero otros dos factores cobran aún más importancia en este panorama: una esperanza de vida dramáticamente más larga y una tecnología enormemente mejorada. Ambos brindan opciones que mis abuelos nunca tuvieron. Junto con algunos nuevos desafíos importantes.
Posibilidades y dificultades a largo plazo
Esa esperanza de vida de 51 años ha aumentado ahora a 80. Los niños que nacen hoy tienen más probabilidades de vivir hasta los 100 años que no. También nos mantendremos saludables por más tiempo, lo que nos permitirá seguir trabajando si así lo queremos.
Además, tenemos más tiempo para cambiar de campo y dar pasos profesionales hacia un lado o incluso hacia atrás, para asegurar los roles que mejor nos convengan en diferentes momentos de nuestras vidas. ¡Ninguno de mis abuelos veía así sus carreras!
Sin embargo, la otra cara de la moneda es que tenemos que trabajar durante más tiempo, o el país se arruinará rápidamente. También debemos encontrar nuestras propias maneras de financiar jubilaciones más largas. Tanto Herbert como Frank asumieron que los ahorros y las ayudas estatales financiarían los suyos, y tenían razón. Pero probablemente habrían visto las cosas de manera diferente si hubieran esperado llegar a 100.
La tecnología también es un arma de doble filo. A muchos de nosotros nos ha dado nuevas opciones sobre dónde, cuándo y cómo trabajar. Incluyendo la posibilidad de realizar “trabajos secundarios” impulsados por la tecnología, como conducir entregas o vender en línea.
Pero millones de empleos están ahora en riesgo, a medida que la automatización y la inteligencia artificial se imponen. Es cierto que muchos de los empleos que desaparezcan serán difíciles o peligrosos que nadie echará de menos. Pero si reasignamos demasiado a los robots, ¿qué haremos todos con nuestro tiempo? ¿Dónde encontraremos significado y una sensación de satisfacción cada día?
Opciones de carrera y desafíos
Ciertamente, mis abuelos tenían muchas menos opciones que yo y sus vidas eran más difíciles. Pero su mundo también era menos complicado en muchos sentidos. Como dejan claro Scott y Gratton, vivir más tiempo en un mundo de tecnología de gran avance plantea nuevos desafíos enormes. Para individuos, organizaciones y la sociedad en general.
Dicen que se nos ha presentado “una profunda invitación al ingenio social”. Tendremos que elegir cómo apoyar a una población que envejece, ya que la atención médica mantiene a más personas con vida por más tiempo, muchas de las cuales todavía tienen necesidades médicas importantes. Los sistemas educativos también deben cambiar para garantizar que la información, las habilidades y las actitudes que aprendemos nos preparen para carreras multifacéticas.
Nuestros empresarios también tendrán que afrontar el futuro de frente. La gente ya no se capacitará para un trabajo, no hará ese trabajo (u otros muy similares) y luego se jubilará. En cambio, tomarán pausas en sus carreras, buscarán diferentes acuerdos laborales en diferentes momentos, querrán cambiar de roles e incluso cambiar de sector.
Los empleadores tendrán que adaptarse a todo esto y encontrar formas de sacar lo mejor de las personas en cada etapa de la vida. Idealmente, esto provendrá de empleos revitalizantes y orientados al aprendizaje, dentro de organizaciones que permitan a los trabajadores tantas opciones como sea posible.
Planificación profesional para un futuro brillante
Mi vida se cruzó con la de Herbert y la de Frank, pero mi carrera ya ha sido dramáticamente diferente. He cambiado de industria no una sino dos veces. He tenido fases de trabajo a tiempo parcial para ayudar con el cuidado de los niños. Ahora estoy adoptando el trabajo híbrido y espero tener muchas oportunidades interesantes y satisfactorias en el futuro.
Pero, como deja claro este libro, también tendré que abordar el trabajo de manera muy diferente a como lo hacían mis abuelos. Eso es si voy a seguir beneficiándome de la “nueva larga vida” y a enfrentar sus desafíos.
Tendré que seguir teniendo curiosidad por la tecnología, no tener miedo. Pero tampoco indiferente. Necesitaré identificar formas en que la tecnología pueda ayudarme a prosperar y evitar distracciones y agobios. También tendré que estar preparado para dar un giro cuando algunas partes de mi función ya no las pueda desempeñar mejor cualquier humano, y mucho menos yo.
Me compensará ser un aprendiz de por vida y tendré que seguir dominando nuevas habilidades. Pero obtendré lo que los autores llaman “interés compuesto” sobre mi aprendizaje durante mi carrera profesional.
Tendré que seguir rediseñando mi equilibrio entre vida personal y laboral, para adaptarlo a mis prioridades cambiantes en ambos lados. (¡Me pregunto qué habrían hecho Herbert, Frank y sus familias con eso!)
Y tendré que ser muy inteligente con el dinero. ¡Las largas vidas son caras! Mis abuelos tenían pocas opciones en materia de finanzas. Sin embargo, tendré que explorar una variedad de posibilidades (y tomar muy buenas decisiones) si quiero aprovechar todas las oportunidades que se ofrecen.
Juega el “juego largo” con tu carrera
Ninguno de nosotros sabe lo que nos depara el futuro. Pero todos los datos contenidos en “Los 100 años de vida” y “La nueva larga vida” constituyen argumentos sólidos para adoptar un enfoque de “juego largo”. Eso es algo que las generaciones anteriores simplemente no pudieron hacer.
El otro día estaba hablando con mi hijo menor sobre lo que “quiere hacer cuando sea mayor”. Muchos de sus pares vivirán hasta la duodécima década y tendrán más años saludables y productivos en sus carreras que cualquier generación anterior.
Mientras describía el trabajo de sus sueños, tuve que resistirme a decir: “… ¿y después de eso, y después de eso, y después de eso?” Le guste o no, el bisnieto de Herbert y Frank tiene muchas decisiones importantes por delante.
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¿Qué te parece la idea de vivir hasta los 100 años? ¿Qué opciones le ayudarán a aprovechar al máximo la “nueva larga vida”? ¿Cuáles serán los mayores desafíos? ¡Únase a la discusión agregando sus pensamientos a continuación!
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Vivir hasta los 100 años: opciones profesionales y desafíos en la “nueva larga vida”
Vivir hasta los 100 años es cada vez más común gracias a los avances en la medicina y un estilo de vida saludable. Esta “nueva larga vida” presenta oportunidades y desafíos únicos tanto para los individuos como para la sociedad en general. Muchas personas se preguntan cómo pueden adaptarse y aprovechar al máximo esta etapa de la vida. En este artículo, responderemos las preguntas más frecuentes sobre las opciones profesionales y los desafíos que surgen al vivir hasta los 100 años.
1. ¿Qué opciones profesionales están disponibles para las personas mayores?
Cuando se vive hasta los 100 años, aún hay muchas opciones profesionales disponibles. Algunas personas eligen retirarse, pero muchas otras optan por seguir trabajando en diferentes capacidades. Algunas opciones profesionales comunes incluyen:
- Convertirse en consultor o mentor: Con una vida llena de experiencia y conocimientos, muchas personas mayores deciden compartir sus habilidades como consultores o mentores para ayudar a otros.
- Emprender un negocio: Al vivir más tiempo, hay más oportunidades para emprender un negocio y seguir persiguiendo pasiones y sueños.
- Trabajar a tiempo parcial: Muchas personas mayores optan por trabajar a tiempo parcial para mantenerse ocupadas y tener un ingreso adicional.
Estas son solo algunas opciones, pero en realidad, no hay límites para las opciones profesionales cuando se vive hasta los 100 años. Lo más importante es encontrar una actividad que brinde satisfacción y propósito.
2. ¿Cuáles son los desafíos que surgen al vivir hasta los 100 años?
Aunque vivir hasta los 100 años puede ser emocionante, también presenta desafíos únicos. Algunos de estos desafíos incluyen:
- Problemas de salud: A medida que envejecemos, es natural enfrentar problemas de salud. Es importante cuidar nuestro cuerpo y mente para mantenernos saludables en esta “nueva larga vida”.
- Preparación financiera: Asegurarse de tener suficientes fondos para cubrir los gastos a largo plazo puede ser un desafío. Es fundamental planificar nuestras finanzas y ahorrar para el futuro.
- Aislamiento social: A medida que nuestros seres queridos envejecen, es posible que perdamos amigos y familiares. Es fundamental buscar conexiones sociales y mantener una red de apoyo sólida.
Afrontar estos desafíos requiere planificación, cuidado personal y una mentalidad positiva. Es importante recordar que estamos viviendo en una era en la que la longevidad es más común y, por lo tanto, existen recursos y programas disponibles para ayudarnos a superar los desafíos que puedan surgir.
Vivir hasta los 100 años puede ser una experiencia gratificante y llena de oportunidades. Al comprender las opciones profesionales disponibles y los desafíos potenciales que pueden surgir, podemos prepararnos adecuadamente para disfrutar de una “nueva larga vida”. ¡No hay límite de edad para seguir creciendo, aprendiendo y contribuyendo a nuestra sociedad!