¿Te atreves a tener conversaciones difíciles?

¿Te atreves a tener conversaciones difíciles? Las conversaciones difíciles son inevitablemente parte de la vida, ya sea que debamos abordar conflictos personales, resolver problemas laborales o enfrentar cualquier otro tipo de situación incómoda. A menudo, evitamos estas conversaciones porque nos preocupa el impacto negativo que puedan tener en nuestras relaciones o porque simplemente nos resulta difícil confrontar el conflicto. Sin embargo, aprender a tener conversaciones difíciles puede ser una herramienta poderosa para resolver conflictos, fortalecer relaciones y alcanzar soluciones satisfactorias. En este artículo, te brindaremos algunos consejos prácticos para enfrentar estas conversaciones con confianza y éxito. ¿Estás listo para superar tus miedos y desafiar lo incómodo? ¡Acompáñanos y descubre cómo convertir las conversaciones difíciles en oportunidades de crecimiento y entendimiento!

La persona está parada justo frente a ti. Las palabras están en tu garganta, pero no salen. «Podría empeorar las cosas». “¿Qué pasa si digo algo incorrecto?” «Podría pegarme un tiro en el pie». Luego, una vez más, el momento pasó. Tu oportunidad de tener una conversación difícil ha pasado. «La próxima vez, próximo tiempo, diré algo”. ¿Pero lo harás?

¿Alguna vez hundiste la cabeza en la arena y evitaste una conversación? Quizás tenías miedo de la respuesta. En momentos como este, sigues posponiéndolo y te inunda el temor y la ansiedad cada vez que el problema surge.

Cuando era un ejecutivo junior, pasé semanas reuniendo el coraje para acercarme a mi directora, Lisa. Las cosas estaban tensas. Todos sabíamos que estaba pasando por una mudanza de casa estresante y todo lo que parecía hacer era atender llamadas personales y luego salir temprano del trabajo. Estaba manejando algunas cuentas enormes y me sentía solo, fuera de mi alcance y cada vez más frustrado por la falta de apoyo y los constantes fracasos por parte de Lisa.

Pero la idea de pedir ayuda (y criticarla) era aterradora.

Sal de tu zona de confort

Ya sea que la conversación difícil sea con un empleado, un colega, un jefe, un socio o un amigo, no es algo cómodo de hacer. ¡Especialmente para complacer a las personas que odian los conflictos como yo!

Quizás hayas intentado abordar un problema antes y hizo empeorar las cosas. Pero a veces son necesarias conversaciones difíciles. Por ejemplo, podría estar pidiendo un aumento, desafiando a alguien por sus frecuentes tardanzas o confrontando a un colega o jefe por microgestión o críticas injustas.

Si es gerente, es su responsabilidad abordar cuestiones difíciles. Podrías estar expresando tu desacuerdo con una estrategia, o diciéndole a alguien que no obtuvo el ascenso que quería o que lo van a despedir.

No sufras en silencio

Pero, si hay algo peor que tener la conversación, es no tenerlo y continuar en un silencio torturado.

Cuando evita el problema, su desempeño personal, la dinámica del equipo y las operaciones comerciales pueden verse afectados. Puede perder oportunidades profesionales. E incluso podrías encontrarte criticando a tus seres queridos en casa. Las quejas susurradas a los colegas no resolverán el problema: la única solución confiable es enfrentarlo.

Cuando finalmente hablé con Lisa y ella entendió mi punto de vista, sentí como si un peso físico se deslizara de mis hombros. Dormí muy bien esa noche, sabiendo que habíamos dado un paso adelante, resuelto un problema y generado confianza.

Cómo manejar conversaciones difíciles

No existe una fórmula mágica para facilitar las conversaciones difíciles. Pero hay pasos que puedes seguir para asegurarte de que todo salga lo mejor posible:

1. Planifíquelo

No intente «improvisar» una conversación difícil; corre el riesgo de ponerse nervioso o demasiado emocional. Primero, piense por qué lo está teniendo y el resultado deseado. Concéntrate en ayudar a la persona a mejorar su comportamiento o en expresar tus propias necesidades.

A continuación, planifique sus posibles reacciones y respuestas. Incluso podrías intentar algún juego de roles. El modelo SCARF de David Rock puede ayudarle a enmarcar sus conversaciones difíciles de una manera que evite desencadenar reacciones negativas ante una amenaza percibida.

Elija un momento y lugar apropiados para charlar. No embosques a alguien cuando esté claramente estresado o cuando esté corriendo a casa, por ejemplo. Y no programe una conversación demasiado lejos en el futuro. Corre el riesgo de poner ansiosa a la otra persona si tiene que esperar demasiado para escuchar lo que tiene que decir.

Lo mejor es elegir una ubicación neutral; tal vez la cafetería que hay al final de la calle o una tranquila sala de reuniones. Trate de mantener a todos al mismo nivel de los ojos, ya que esto ayuda a las personas a sentirse seguras, comprometidas y cómodas. Y considere si necesitará un testigo o un mediador.

2. Sea directo, pero elija sus palabras con cuidado

Aborde los problemas rápidamente, a medida que surjan. No dejes que se acumulen. Comience con declaraciones no amenazantes como: «Me gustaría hablar con usted sobre…» «Creo que tenemos ideas diferentes sobre…» o «Necesito su ayuda con…».

Además, recuerde que las conversaciones difíciles tienen que ver con la resolución, no con subir al ring para “sacarlo”. Sea honesto, minucioso e ilustre sus puntos con ejemplos claros. Si estás dando comentarios negativos, por ejemplo, sé descriptivo y objetivo: «Cuando haces X, tiene un efecto Y en mí y me hace pensar y sentir Z».

No digas palabrotas ni amenazas y evita generalizaciones como «nunca», «siempre», «todo» y «nada». Esto puede hacer que el oyente se sienta atacado y que se cierre o se vuelva agresivo en respuesta. Preguntar continuamente «¿por qué?» También puede hacer que la gente se sienta a la defensiva, así que limítese a las preguntas abiertas.

3. Mostrar EmpatíaPero no te pongas demasiado emocional

La inteligencia emocional es muy importante cuando tienes conversaciones difíciles. Intente adoptar un enfoque de «conversación inteligente» para evitar conflictos y, si se siente ignorado, herido, avergonzado o intimidado, reconozca que es posible que esa no haya sido la intención de la otra persona.

Trate de no dejar que los sentimientos personales guíen la conversación. Deja tus suposiciones y entra con la mente abierta. Respira, mantén la calma, mantén un tono uniforme y profesional en todo momento y sé respetuoso, incluso si no estás de acuerdo con alguien.

¡He visto lo que pasa cuando no lo haces! Mi ex colega, Anna, era constantemente grosera con los clientes y otros empleados. Nuestro gerente transmitió estos comentarios de manera muy agresiva, incluso señalando literalmente con el dedo. Anna maldijo, gritó y salió furiosa de la oficina. Fue un día horrible.

Solicite un “tiempo muerto” si las cosas se calientan. Dar un paso atrás reduce el ritmo cardíaco y ayuda a evitar que las personas digan cosas de las que luego se arrepientan. Y no ignores las lágrimas si empiezan a brotar. Son una señal de que alguien está luchando. En su lugar, reconozca las emociones de la persona y déle algo de tiempo para ordenar sus pensamientos.

También puedes desarmar el comportamiento negativo denunciándolo. Por ejemplo, si alguien no habla ni hace contacto visual después de recibir una crítica, pídale que le ayude a comprender su silencio. Si eres una persona extrovertida que se pone ansiosa durante los silencios, ten cuidado con las conversaciones conversacionales. Los introvertidos necesitan tiempo para pensar y reflexionar antes de hablar.

4. Concéntrate en escuchar

Su prioridad durante las conversaciones difíciles es escuchar y observar. Preste atención al lenguaje corporal y a las señales verbales y responda de manera adecuada. Permita que la otra persona cuente su versión de la historia. Solicite comentarios y anímelos a hacer preguntas también. Esto les ayudará a procesar todo lo que has dicho y podrás aclarar cualquier malentendido en el acto.

Pero no interrumpas, como mi antiguo manager, Chris. Te interrumpiría a la mitad de cada frase. Se convirtió en una broma de oficina, pero más exasperante y perturbadora que divertida. Dejé cada conversación sintiéndome molesto y completamente ignorado.

Y pensar en lo que vas a decir a continuación tampoco cuenta como escuchar: la gente normalmente lo sabe.

5. Planifique una solución

El propósito de las conversaciones difíciles es dar un paso positivo hacia la construcción de una relación más sólida. No se trata de demostrar quién tiene razón o quién no. Concéntrese en finalizar la conversación de una manera positiva y productiva, con puntos de acción claros que ayudarán a todos a alcanzar el resultado deseado.

Reconozca cualquier incomodidad e identifique obstáculos potenciales. Discuta cómo los superará y cómo brindará apoyo y evaluará las acciones que ha acordado. Si hay problemas más profundos en juego, como problemas de salud mental, busque apoyo de Recursos Humanos.

¡Mantente positivo!

Nunca se puede saber cuál será la reacción de alguien durante una conversación difícil. Pero, si planifica con antelación, podrá poder prepárese para manejar la conversación de una manera compasiva y considerada.

Es importante ser honesto, directo y respetuoso, y pedir comentarios, a pesar de cualquier posible vergüenza, desacuerdo o emociones fuertes. Cuando tienes esas conversaciones difíciles de manera positiva, puedes cortar todo tipo de problemas de raíz. ¡Todos se sentirán mejor por ello!

¿Alguna vez has evitado una conversación difícil porque tenías miedo del resultado? ¿Qué pasó cuando finalmente te animaste? Comparta sus experiencias en el cuadro Comentarios, a continuación.

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Artículo: ¿Te atreves a tener conversaciones difíciles?

¿Te atreves a tener conversaciones difíciles?

Las conversaciones difíciles son una parte inevitable de la vida. Confrontar situaciones incómodas o abordar temas delicados puede ser estresante, pero es necesario para el crecimiento personal y las relaciones saludables. En este artículo, responderemos a algunas de las preguntas más frecuentes sobre cómo afrontar estas conversaciones difíciles.

1. ¿Por qué son importantes las conversaciones difíciles?

Tener conversaciones difíciles nos ayuda a resolver conflictos, clarificar malentendidos, establecer límites y fortalecer las relaciones. Al abordar los problemas en lugar de evitarlos, podemos crecer personalmente y construir conexiones más profundas con los demás.

2. ¿Cómo puedo prepararme para una conversación difícil?

Prepararse antes de una conversación difícil puede ayudar a mantener la calma y la claridad. Algunas estrategias incluyen:

  • Mantén la mente abierta y muestra empatía hacia la otra persona.
  • Identifica el objetivo de la conversación y lo que esperas lograr.
  • Practica la comunicación asertiva y el control emocional.
  • Planea tu discurso y sé claro en tus puntos.

3. ¿Cómo puedo mejorar mis habilidades de comunicación durante una conversación difícil?

La comunicación efectiva es fundamental durante las conversaciones difíciles. Aquí hay algunos consejos para mejorar tus habilidades:

  • Escucha activamente y muestra interés genuino en las perspectivas de la otra persona.
  • Evita interrumpir y permite que la otra persona termine de hablar.
  • Utiliza un lenguaje claro y directo.
  • Mantén un tono de voz calmado y no agresivo.
  • Utiliza el lenguaje corporal y las expresiones faciales para transmitir tus emociones adecuadamente.

4. ¿Qué debo hacer si la otra persona se pone a la defensiva?

Es posible que la otra persona se ponga a la defensiva durante una conversación difícil. Aquí hay algunas medidas que puedes tomar:

  • Mantén la calma y evita reaccionar de manera agresiva.
  • Valida los sentimientos de la otra persona y muestra empatía.
  • Reafirma tus intenciones y el deseo de resolver el problema juntos.
  • Toma un descanso si la tensión aumenta demasiado, pero acuerda un momento para retomar la conversación.

Conclusiones

Tener conversaciones difíciles puede ser retador, pero es crucial para el crecimiento personal y las relaciones saludables. Prepararse adecuadamente, mejorar las habilidades de comunicación y lidiar con las respuestas defensivas son aspectos clave para tener éxito en estos diálogos. Recuerda siempre escuchar activamente, ser respetuoso y buscar un resultado beneficioso para ambas partes.

Referencias externas:

  1. Mind Tools: Cómo tener conversaciones difíciles
  2. Psychology Today: Cómo abordar conversaciones difíciles con éxito
  3. Forbes: Cómo dominar las conversaciones difíciles en el trabajo


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