Los equipos virtuales y los equipos tradicionales son dos formas de trabajo que coexisten en el ámbito laboral actual. Mientras que los equipos tradicionales están compuestos por miembros que trabajan juntos en una ubicación física, los equipos virtuales se caracterizan por tener integrantes dispersos geográficamente que se comunican y colaboran a través de herramientas digitales. En este artículo, exploraremos las ventajas y desafíos de ambos tipos de equipos, así como las estrategias para maximizar su eficacia y lograr buenos resultados. Si estás interesado en conocer más acerca de las dinámicas de trabajo en equipos virtuales y tradicionales, ¡sigue leyendo!
En los actuales tiempos hipercompetitivos y acelerados, muchas innovaciones se vuelven obsoletas antes de que puedan salir de los laboratorios de I+D y ver el sol. Por lo tanto, las organizaciones compiten por tiempos de respuesta más rápidos para ampliar sus mercados y su base de clientes. Esto exige mejoras constantes en sus metodologías de trabajo.
Con la creciente sofisticación en Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC)muchas organizaciones están explorando la plataforma virtual para reunir los diversos talentos y experiencia disponibles en todo el mundo para crear equipos de clase mundial.
En pocas palabras, un equipo es un grupo de personas que trabajan juntas para lograr un objetivo común predefinido. Mientras que los equipos tradicionales, también conocidos como equipos convencionales o co-ubicados o co-ubicados, están formados por personas que trabajan en proximidad física, los equipos virtuales se refieren a un grupo de personas que están separadas por la distancia física pero unidas por un objetivo compartido..
Generalmente, los equipos virtuales están formados por talentos de distintas geografías, culturas y zonas horarias. Las interacciones entre los miembros de un equipo virtual están mediadas por las herramientas de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Aunque tanto los equipos tradicionales como los virtuales pasan por las cinco etapas del modelo de desarrollo de equipos de Bruce Tuckman, la dinámica que experimentan los miembros de los equipos virtuales es más compleja. Esto se debe en gran medida al hecho de que los miembros del equipo virtual dependen únicamente de la tecnología de colaboración y comunicación electrónica para facilitar las interacciones entre ellos. Además, las fronteras culturales y las diferencias de zonas horarias contribuyen a su naturaleza compleja.
Para un equipo virtual, los desafíos que experimenta un equipo tradicional aumentan enormemente. Algunas de las diferencias clave entre los equipos tradicionales y virtuales son las siguientes;
- Selección de miembros del equipo – En el caso de los equipos tradicionales, los miembros se seleccionan en gran medida en función de sus habilidades funcionales. Pero actuar en un entorno de equipo virtual no es fácil para todos.
La falta de interacciones cara a cara y de enfoque social en un entorno virtual puede provocar aislamiento y soledad. Requiere gestionar la ambigüedad, establecer contactos proactivos, una gestión excepcional del tiempo y una disciplina laboral, la capacidad de aprender nuevas tecnologías y la capacidad de colaborar a través de fronteras funcionales y culturales. Por lo tanto, al seleccionar un miembro del equipo virtual, es necesario considerar estas competencias básicas además de las habilidades funcionales básicas.
- Estructura de organización – En comparación con los equipos tradicionales, los equipos virtuales admiten una estructura organizativa más plana con líneas tenues de autoridades y jerarquías. Esto es necesario para sobrevivir en un mercado hipercompetitivo, ofrecer resultados más rápido y fomentar la creatividad, que en realidad son los objetivos principales para formar un equipo virtual.
- Estilo de liderazgo – En un entorno de equipo virtual, los gerentes no pueden controlar físicamente las actividades del día a día y monitorear las actividades de cada miembro del equipo, por lo que necesitan delegar un poco más en comparación con los equipos tradicionales. El estilo de liderazgo de mando y control de antaño está dando paso al estilo más democrático y de entrenamiento de hoy.
- Intercambio de conocimientos y toma de decisiones – Muchas veces, en los equipos tradicionales, la información se intercambia durante discusiones informales. Pero en el caso de los equipos virtuales, los miembros tienen un acceso informal muy limitado o nulo a la información. Por lo tanto, es necesario realizar actualizaciones más frecuentes sobre el estado del proyecto y crear una base de datos compartida para proporcionar toda la información importante al equipo.
Teniendo en cuenta las diferencias de zona horaria en los equipos virtuales globales, resulta difícil programar reuniones. Así, en el caso de los equipos virtuales muchas veces se produce un retraso a la hora de solucionar un problema o llegar a un consenso, mientras que en los equipos tradicionales se puede convocar una reunión en cualquier momento del día cuando todos los miembros están presentes juntos en la oficina, lo que resulta en decisiones rápidas y resolución de problemas.
- Construyendo una relación – Cuando los miembros de un equipo tradicional se reúnen en el lugar de trabajo todos los días, tienden a desarrollar estrechos vínculos sociales entre sí. Entablan una buena relación entre sí cuando interactúan cara a cara.
En el equipo virtual las interacciones tienden a centrarse más en las tareas. Además, la falta de señales verbales y gestos en el entorno virtual no permite ningún margen para el contacto personal en la comunicación.
- Contrato psicológico – La base del contrato psicológico es más frágil en el entorno virtual. Los casos más pequeños de malentendidos o lagunas en la comunicación dan lugar a una violación del contrato psicológico, lo que tiene efectos negativos en la eficacia del equipo.
Los equipos virtuales también experimentan dificultades para generar confianza, cohesión y compromiso entre sus miembros.
Considerando los desafíos que plantean los equipos virtuales, es necesario prestar especial atención a las cuestiones de comunicación, colaboración y cultura.
Las organizaciones deben seguir un enfoque de gestión distinto que se centre en generar confianza y cohesión entre los miembros del equipo virtual para aprovechar las ventajas de un equipo virtual exitoso.
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Equipos virtuales versus equipos tradicionales
En el entorno laboral actual, cada vez es más común encontrar equipos virtuales, ¿pero qué significa realmente este término? ¿Cuáles son las diferencias clave entre los equipos virtuales y los equipos tradicionales? En este artículo, responderemos a estas preguntas frecuentes y ahondaremos en los pros y contras de ambas opciones.
¿Qué es un equipo virtual?
Un equipo virtual se refiere a un grupo de personas que trabajan juntas en un proyecto compartido, pero sin encontrarse físicamente en el mismo lugar. Generalmente, estos equipos se comunican a través de herramientas digitales como el correo electrónico, videoconferencias y aplicaciones de mensajería en línea. Esta modalidad de trabajo es especialmente común en empresas que cuentan con empleados ubicados en diferentes ciudades o países.
¿Qué es un equipo tradicional?
Por otro lado, un equipo tradicional se compone de individuos que trabajan juntos en una misma ubicación física. Estos equipos tienen la ventaja de la comunicación cara a cara y el contacto directo, lo que facilita la cooperación y la toma de decisiones rápidas.
Pros y contras de los equipos virtuales
Los equipos virtuales ofrecen varias ventajas. En primer lugar, permiten la colaboración global sin importar la ubicación de los miembros del equipo. Esto puede abrir oportunidades para aprovechar talentos de diferentes partes del mundo y lograr una diversidad multicultural en el trabajo. Además, los equipos virtuales pueden resultar en ahorros significativos de costos, ya que no se requiere una inversión en oficinas físicas. Sin embargo, puede haber desafíos en cuanto a la sincronización de horarios y la coordinación debido a las diferencias de tiempo y comunicación asincrónica.
Por otro lado, los equipos tradicionales tienen como ventaja principal la cercanía y la posibilidad de interactuar directamente. Las conversaciones cara a cara facilitan la construcción de relaciones sólidas y la resolución de problemas inmediata. Sin embargo, los equipos tradicionales pueden tener dificultades para trabajar en proyectos globales o para alcanzar una flexibilidad horaria adecuada.
Conclusiones
En última instancia, la elección entre equipos virtuales y equipos tradicionales dependerá de las necesidades y características de cada proyecto y organización. Ambas opciones tienen ventajas y desafíos únicos que deben considerarse cuidadosamente. Ya sea que se opte por la virtualidad o la proximidad física, el éxito del equipo dependerá de una buena planificación, la selección adecuada de herramientas de comunicación y la gestión eficiente de la colaboración.
Para obtener más información sobre cómo implementar equipos virtuales o para profundizar en los beneficios de los equipos tradicionales, puedes consultar los siguientes recursos: